En toda crisis hay algo que se quiebra y comienza la búsqueda de un nuevo equilibrio. Es una oportunidad de ver las cosas de manera diferente, de hacer algo diferente. Es la posibilidad de encontrarse con aspectos de uno mismo que quizás todavía no vemos o no conocemos, y en ese darse cuenta crecer, cambiar, entender, aceptarnos y cuidarnos.
Es aprender a convertirnos en nuestro mejor aliado, contenernos, acompañarnos, aceptarnos como somos, de modo de poder atravesar lo que trae la vida. Y así, de cada experiencia que atravesamos si la vivimos de forma plena y con conciencia saldremos transformados.